El pasado miércoles presentamos públicamente nuestro Informe de Coyuntura
Económica del primer semestre de 2019, que incluye información para el cierre de 2018 y perspectivas sobre el desempeño económico regional durante 2019.
En esta oportunidad la revisión de indicadores mostró un comportamiento
mixto entre sectores, con un año 2018 de fuerte ajuste económico durante el primer semestre, que logró recuperarse en la segunda mitad, llevando al departamento a crecer por debajo del promedio nacional, tras varios años de crecimientos superiores al colombiano.
Asimismo, para 2019 se espera continuar con un crecimiento moderado, mayor al del año anterior, si no se presentan choques extraordinarios en lo que resta de este 2019.
A nivel nacional y en los tiempos recientes, las expectativas de los
empresarios son bastante conservadoras si no negativas, en algunos casos, pero en Risaralda las condiciones del entorno y el comportamiento local, nos permiten indicar que hay un optimismo, que aunque moderado, muestra un buen comportamiento.
A nivel internacional, el entorno para Risaralda muestra vientos favorables
en la lenta pero positiva recuperación de los países de Latinoamérica, con los cuales el departamento tiene importantes vínculos comerciales; también muestra elementos favorables en la reducción del desempleo en países como Estados Unidos, España y Reino Unido,
tres de los principales países de origen de las remesas que recibe el departamento, y se registran retos en la desaceleración de Corea, China y la Zona Euro, compradores permanentes de varios productos del departamento.
En los agregados nacionales se observa un proceso de recuperación del
consumo interno y el PIB, que para 2019 debería superar el 3,3%, favoreciendo las operaciones de producción y comercio desarrolladas por empresas risaraldenses con presencia multirregional.
El entorno nacional es favorable en la medida en que la inflación está
controlada, las tasas de interés se mantienen estables y no se han registrado sobresaltos en las cuentas externas. Preocupa la reducción de los flujos de inversión extranjera directa y la creciente devaluación del peso, fenómenos relacionados entre sí, pero
afectados por la dinámica de los precios del petróleo en los mercados internacionales, bastante sensibles a las inestabilidades geopolíticas de las grandes potencias económicas.
La inflación controlada es un síntoma de estabilidad económica en Risaralda
y el buen comportamiento de los precios de los alimentos favorece la reducción de la pobreza en 2019, pese a que en 2018 se dio un pequeño incremento en las incidencias tanto de pobreza como de pobreza extrema.
Hay elementos suficientes para pensar que el año de mayor ajuste en la
actividad regional fue el 2018 y que si bien no se esperan crecimientos extraordinarios para el resto del año, cabe esperar una recuperación este 2019.
*Presidente Ejecutivo Cámara de Comercio de Pereira
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