Difícil situación vive el Instituto Kennedy de Pereira, por las afectaciones causadas este año gracias a los fenómenos naturales, daños evidentes en su infraestructura (vendaval en el mes de enero, la granizada en febrero y el fuerte temblor en marzo). Han llevado a docentes y directivas del colegio a tomar medidas con tal de no suspender las clases.

"Por recomendación de la Dirección de Gestión del Riesgo (DIGER) fueron clausurados 12 aulas de clases afectando la atención de los estudiantes de la jornada de la mañana, que sólo pudieron ser atendidos 3 días a la semana la primaria y 4 días la secundaria hasta el mes de junio",  denuncia el docente Jair Rodríguez integrante del Consejo directivo del instituto Kennedy de Pereira, ante la afectación planta física y sin soluciones concretas y la comunidad educativa de 400 estudiantes afectados.

El docente agregó que como institución se han tomado medidas para no tener que suspender las clases, pero resultan antipedagógicas, "para el mes de julio en busca de salidas a esta situación se está atendiendo a los estudiantes de preescolar, primaria y aceleración del aprendizaje en condiciones antipedagógicas (poco espacio, ruido, goteras) en una oficinas, dos grupos en la biblioteca, tres grupos de primaria en el aula máxima del CREM, la cual fue acondicionada con lonas para separar los diferentes grados. Infraestructura y Secretaría de educación se comprometieron a solucionar dicho problema y hasta la fecha sólo se han demolido 3 aulas, sin esperanzas de que este año se construya y se brinde una atención adecuada a los estudiantes".

Por su parte la docente Patricia Restrepo manifestó que aunque la Secretaría de Educación ha hecho visitas a la institución, no han dado soluciones a la situación.

"En aras de atender a la población, porque la educación es un derecho, se estaban atendiendo por días, pero al ver que la administración no soluciona el problema y sobre todo porque los más afectados son los niños de primaria, pues se está atendiendo a los estudiantes en sitios no apropiados. Se dividió un salón comunitario con lonas verdes y eso pedagógicamente no funciona, aunque esta semana sólo hubo 60 estudiantes es difícil el ruido de 60 niños y dos docentes hablando al mismo tiempo, y por ningún lado hay posibilidad de que esto se arregle pronto, visitas ha habido las que quiera, la administración se ha comprometido pero no hay soluciones. Los niños no se concentran porque tampoco escuchan lo que dice el docente y aunque la administración dice que los niños deben ir a clase, en este caso ¿a qué?", concluyó la docente.

Las imágenes evidencian el deterioro de la institución, se espera que los estudiantes del Instituto Kennedy puedan estudiar en condiciones dignas muy pronto.