Según la Asociación Colombiana de Educación al Consumidor,  La última Encuesta de la Situación  Nutricional en Colombia ENSIN 2015 mostró un aumento de pesos en los niños que se encuentran en edad escolar, el incremento fue del 30% en comparación con datos del 2010, y la cifra cobra mucha más relevancia cuando se afirma que son 23 millones de colombianos, quienes poseen sobrepeso con las implicaciones que esto conlleva.

Algunas de ellas: diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer se pueden desarrollar a raíz del consumo considerable de bebidas azucaradas. 

" Por tal motivo, la Organización Mundial de la  Salud ha recomendado una y otra vez que su consumo  debe ser desincentivado, con medidas fiscales, restricción de su publicidad y restricción de su comercialización en ambientes escolares. Sin embargo, el Estado  colombiano en lugar de seguir estas recomendaciones, les ha dado privilegios fiscales y una normatividad débil que es ampliamente favorable a los  fabricantes y poco amigable con los derechos de los consumidores", afirman Rubén Ernesto Orjuela investigador de Educar Consumidores y Esperanza Cerón Villaquirán directora de Educar Consumidores en informe realizado sobre la investigación hecha referente a la legislación y el impacto en salud y cultura que lleva consigo la no regulación de este negocio que es en últimas la venta de bebidas azucaradas en Colombia.

El texto deja además un aire muy evidente de la relación de poder que despliegan ciertos negocios, que al mismo tiempo controlan una maquinaria importante de la legislación en Colombia. Poder que se ha encargado de que la normatividad en torno a las bebidas azucaradas y sus efectos nocivos a mediano y largo plazo en Colombia, sea básicamente un cúmulo de desinformación. Para Educar Consumidores el país está pasando por encima del derecho que tenemos los colombianos de conocer con claridad y certeza de qué están hechos los productos que consumimos, y al subestimar esos derechos para poner por encima los intereses particulares y económicos, se están vulnerando varios de los derechos fundamentales.

La investigación

Educar Consumidores realizó un estudio de caso de bebidas  azucaradas en la ciudad de Bogotá en un  periodo de 24 meses, en los años 2016, 2017  y 2018. En este periodo se realizó observación, seguimiento y análisis de laboratorio del  nivel de cumplimiento del rotulado de 62  BBAA en lo referente a cantidades de azúcares reportados y en 47 de ellas se  evaluó, adicionalmente, el contenido  de glutamato monosódico,  azúcar de caña, y otros  azúcares a base de glucosa y fructosa.

Algunos de los hallazgos fueron: 

- D e las 62 bebidas  analizadas, 20 contienen cantidades de azúcares con diferencias de más del 20% con respecto a lo reportado en la  etiqueta. 

-  De las 47 bebidas con análisis adicionales, 27  reportan en su etiqueta azúcares diferentes a los encontrados  en el laboratorio y 13 contienen glutamato monosódico no  reportado en la etiqueta.

Lo que lleva a pensar inevitablemente que el problema de obesidad en Colombia y de muchas otras enfermedades que se derivan del consumo irresponsable de bebidas azucaradas, se debe básicamente a la desinformación que tienen dichos productos en su tabla de contenido, y esto no sucedería si las leyes les exigieran veracidad en la disposición de esta información.

" Los hallazgos nos llevan a concluir que, a pesar que el  etiquetado es la forma en que el fabricante de BBAA informa  al consumidor sobre su producto; esta comunicación es  desigual y desfavorable al consumidor. La razón radica en 

que el fabricante cuenta con toda la información objetiva  del producto, sus componentes, cualidades y defectos;  mientras que, el consumidor se ve sujeto a confiar en  lo que el fabricante le transmite en las etiquetas y la  publicidad. Las diferencias notables entre lo  encontrado en el laboratorio y lo reportado en  algunos de estos productos nos lleva a  pensar que las personas que los  consumen lo hacen basados,  presuntamente, en una informa ción incompleta, confusa y posiblemente engañosa". Concluye el informe de Educar Consumidores.

Por este motivo es importante no desistir aunque el congreso haya fallado en contra de la rotulación veraz de este tipo de productos ya en días pasados, es importante que los colombianos tomen conciencia y exijan que el Estado vele por su salud y bienestar por encima de los intereses económicos.