El término de Comunidad y lo Comunitario, viene construido bajo la teoría de la colonialidad (impuesta por occidente), que ha tenido entre otras cosas una gran influencia en el desarrollo social latinoamericano, por ende, se debe apostar al conocimiento de lo social y lo comunitario bajo la descolonización, la cual pretende sustituir la idea eurocéntrica de modernidad, impuesta en nuestros pueblos (Mignolo, 2015), lo que permitiría la construcción del  camino para la producción propia de conocimiento latinoamericano,  teniendo como guía nuestras dinámicas de comportamiento individual y social, que viene de la mano con una proyección social y económica adecuada para nuestros pueblos.   

A partir de lo anterior, es importante pensar en la ejecución de investigaciones en cada región,  conociendo  sus dinámicas y culturas propias, para identificar de forma pertinente sus necesidades, con el fin de actualizar o construir un registro de los diversos fenómenos presentes  en  las poblaciones Colombianas. Para esto, debemos tener en cuenta la concepción sobre  comunidades, entendiendo sus constantes cambios ocasionados por las dinámicas impuestas de la globalización y  las nuevas tecnologías, las cuales,  en la historia Colombiana ha impactado de diversas maneras a nuestros  pueblos indígenas y campesinos,  obligándolos a cambiar sus dinámicas, lenguajes y concepciones del mundo, lo que ocasiona la pérdida de conocimiento, cultura e identidad, aspectos vitales para la generación de conocimiento autóctono.  

Al generarse este conocimiento, se puede lograr una mejor comprensión de nuestros territorios y sus diversas  dinámicas , que a su vez brindarán las herramientas para entender lo comunitario, que se debe construir por medio del  conocimiento recíproco con los pueblos, generando así reflexión, conciencia  e identidad social.  

Además de esto, se deben comprender los estudios realizados para analizar e identificar  los problemas comunitarios, con el fin de perfilar un plan de acción que ayude a recuperar nuestra identidad, por medio de la participación comunitaria y/o el fomento de espacios de promoción, educación continua, y empoderamiento, que finalmente tendrá resultado en la identidad territorial.  

Por lo anterior y a modo de invitación, pensemos cómo a través de nuestras habilidades y labores (padres, docentes, hermanos, tíos, estudiantes, entre otras), podemos rescatar en nuestra comunidad ese sentido de pertenencia por nuestro país, donde se  reconozca de manera importante a nuestros pueblos campesinos e indígenas.