El presidente ruso, Vladimir Putin, ha fortalecido la histórica alianza entre Rusia y Corea del Norte al obsequiar a Kim Jong-un, líder norcoreano, con una limusina Aurus Senat, similar al vehículo presidencial ruso. Este gesto de Putin se suma a otros regalos anteriores, como caballos de raza y apoyo en asuntos militares. 

El intercambio de regalos se enmarca en una relación que se ha intensificado en los últimos tiempos, con acuerdos de cooperación militar y asistencia estratégica entre ambos líderes. Estas acciones han sido objeto de preocupación para Estados Unidos y otros actores internacionales. 

El regalo de Putin a Kim ha sido recibido con gratitud por las autoridades norcoreanas, quienes lo consideran un símbolo de las "relaciones personales especiales" entre ambos líderes. Sin embargo, esta muestra de amistad podría violar las sanciones impuestas por la ONU a Corea del Norte, aunque Kim ha sido visto anteriormente utilizando vehículos de lujo de origen extranjero. 

La relación entre Rusia y Corea del Norte ha cobrado relevancia en el contexto de la guerra en Ucrania, con Rusia buscando el apoyo norcoreano para reforzar su arsenal militar. Esta alianza estratégica plantea desafíos geopolíticos y ha generado inquietudes sobre el papel de Corea del Norte en el escenario internacional. 

  A medida que la colaboración entre ambos países se consolida, se espera que Putin realice una visita a Pyongyang, marcando su segundo encuentro con Kim Jong-un en más de dos décadas y subrayando la importancia de esta relación en el panorama político global.