Erwin Uribe, un ingeniero químico motivado por el deseo de combatir la contaminación plástica, abandonó su trabajo en una planta química en 2018 para buscar soluciones innovadoras. Inspirado por su sobrina y con un profundo deseo de dejar un mundo mejor para las generaciones futuras, Uribe se propuso encontrar una forma más sostenible de reciclar plásticos. 

Su visión dio lugar a Green Bricks, un proyecto que convierte plásticos reciclados en materiales de construcción. Inicialmente, comenzó creando una fórmula para reciclar plásticos, centrándose en el PET, uno de los plásticos más comunes que se encuentran en las playas. Esta fórmula permite que el plástico se mezcle con cemento para crear un hormigón sustentable. 

Con la ayuda de aliados como la empresa Terrablock, Uribe pudo llevar su visión a la realidad. Juntos, crearon bloques de construcción que incorporan plástico reciclado, lo que los hace más livianos y resistentes. Además de los bloques, desarrollaron revestimientos de muros que imitan la apariencia de la piedra y la madera, con una excelente resistencia térmica. 

Los productos de Green Bricks tienen entre un 20% y un 30% de plástico en su composición, pero mantienen la misma eficacia y resistencia que los materiales convencionales. Esto demuestra que es posible construir de manera sostenible sin comprometer la calidad. 

El impacto positivo de Green Bricks va más allá de la construcción. Han colaborado con organizaciones como el Banco de Chile para dar un nuevo propósito a los desechos plásticos, transformándolos en estructuras útiles, como un patio inclusivo en una escuela especial. Uribe sueña con un futuro donde todas las construcciones se realicen con materiales reciclados, creando un entorno más limpio y sostenible para las generaciones venideras. Con Green Bricks, están sentando las bases para una industria de la construcción más responsable y respetuosa con el medio ambiente.