Solo mediante una sentencia ejecutoriada de la Sección Quinta del Consejo de Estado o decisión ejecutoriada sin Recurso alguno de la Sala Plena del Consejo de Estado (por el ejemplo el recurso extraordinario de revisión) determina la validez o invalidez de una elección de un actor popular.
Lo demás son cuentos de vecina.
Si esperan el cierre del escrutinio, que le entreguen el aval de la elección constancia o certificado y a partir de ahí presentan la demanda contenciosa administrativa que busca la nulidad de la elección y al declarar la nulidad el segundo en votos asume el cargo. De resto son peleítas y gritos ante el registrador y los jueces para anular los votos y tratar en ese escenario ganar y evitar ir al proceso contencioso que es caro y demora alrededor de un año si no suspenden la elección o posesión por orden del juez.
O una acción de Tutela con medida cautelar si es que tienen el peso para presentar y la madurez de un juez de suspender la posesión. Un abogado en Bogotá cobra entre 300 y 600 millones de pesos.
No hay otro camino o pretenden que suceda lo de las registradurías incendiadas y con muertos.
Aquí no hay ningún fraude. De pronto un presunto fraude. ¿Y dónde están las pruebas? Videos aislados, reales un montaje inteligencia artificial. Ya la fiscalía los tiene a buen recaudo. Tienen cadena de custodia los elementos probatorios del presunto fraude.
Algún juez constitucional de tutela ha proferido alguna medida cautelar frente al escrutinio. Algún fiscal o algún juez. No. Ah solo bulla patadas de ahogado y pretender incendiar a la comunidad a través de los medios de comunicación. Ojo, eso es un delito castigado por el Código Penal colombiano.
Esto no es a punta de codo ni del que más grite. Consigan sus abogados y demanden en un año se sabrá quién tiene la razón y el castigo a los PRESUNTOS transgresores de la ley electoral. Ese es el camino democrático y previsto en la Constitución Política colombiana, la Ley electoral y el CPACA. Ley 1437.
Lo demás es pelea de marchantas y en la derrota se conoce la calidad humana del perdedor.
EAranaM