Según un informe de la firma AON, Colombia enfrenta un aumento del 12,4% en los costos médicos durante 2024, agravado por un entorno inflacionario global. Este pronóstico, basado en un índice de inflación del 4,2% en 2023 y del 5,4% en 2024, ha generado preocupaciones adicionales en medio de la incertidumbre asociada a la reforma de salud que pronto se debatirá en el Senado.
El desafío económico no es exclusivo de Colombia, ya que América Latina y el Caribe también proyectan un aumento del 11,7% en los costos médicos para 2024, superando la tasa mundial del 10,1%. La incertidumbre generada por la reforma de salud contribuye a la complejidad del panorama, incrementando la presión sobre los servicios médicos y generando mayor demanda.
Expertos de Así Vamos en Salud destacan la necesidad urgente de nuevas fuentes de financiación para garantizar la sostenibilidad del sistema de salud colombiano. Problemas actuales como el desfinanciamiento y los retrasos en los pagos a las EPS deben abordarse de manera efectiva para evitar crisis financieras y garantizar una atención adecuada a la población.
El vicepresidente técnico de Acemi, Mario Cruz, advierte sobre las implicaciones individuales y sistemáticas de este aumento de costos, que afectará tanto al plan básico como a los planes voluntarios, encareciendo la atención médica y generando presión adicional en las finanzas públicas y el sistema de salud.
Este escenario, combinado con la incertidumbre de la reforma en curso, plantea desafíos significativos para el acceso y la sostenibilidad del sistema de salud en Colombia y la región.